EL ECO DE ARCADIA
Dibujos de una Iberia evocada
INTRODUCCIÓN
El eco de Arcadia: dibujos de una Iberia evocada es un proyecto expositivo que contendrá entre 30 y 35 dibujos de pequeño y mediano formato, realizados sobre papel con la técnica mixta de grafito en polvo y lápiz de grafito.
Las obras toman como motivo paisajes nacidos de la imaginación que evocan una Arcadia subjetiva inspirada en la Iberia griega (la Hispania romana).
En la serie se recrea lo que podría haber sido en el imaginario romano Iberia, la I-Šaphan cartaginesa (la tierra de conejos, de donde deriva el término Hispania). En mi búsqueda no existe tanto un afán de diseccionar científicamente un paisaje histórico como de aprovechar el bagaje cultural, el legado clásico y la atracción atávica por el estudio de la historia y, en concreto, por los períodos de prerromanización y de romanización de la Península Ibérica.
Cada uno de los dibujos irá enmarcado en madera maciza de cedro y de iroko, con traseras de Dm, protegidos con cristal y directamente listos para ser colgados de la sala donde se expongan.
ANTECEDENTES
Abordar esta Arcadia ibérica en una serie compacta es algo que viene desde el tiempo en que decidí investigar la técnica del grafito en polvo sobre papel, después de un largo periodo de realismo puro al óleo, en el que me adentraba en el paisaje cotidiano (urbano y campestre) con minucia casi fotográfica, aunque no exenta de cierta poesía.
Fue en 2013 cuando, tras un año de trabajo, de ensayos, de búsquedas y hallazgos, empecé a desplegar un lenguaje singular que se manifestaba en dibujos sobre papeles varios (Caballo, Schoeller y Fabriano; todos de 300 g). Desechado el color, todo se redujo al blanco, al negro y a una amplia gama de grises, que daban un carácter atemporal a los dibujos, como si hubiera aparecido un tiempo pretérito escondido en lo más recóndito de una historia no lineal, sino apelmazada de manera atemporal.
Pasado el tiempo, y depurada la técnica, surgieron varias series que, además de atesorar una técnica firme y delicada a la vez, narraban estados interiores del alma y de la conciencia, transformados en paisajes evanescentes, pero rotundos; misteriosos, pero calmados; aparentemente uniformes, pero salpicados de matices, tanto en texturas como en un cromatismo pleno de contrastes y de coloración.
POR QUÉ LA SERIE
El eco de Arcadia: dibujos de una Iberia evocada surge por la necesidad de aunar en una obra coral algunos impulsos vitales que, desde mi infancia, han venido macerando mi esencia como persona y como creador.
Por un lado, la historia, en general, disciplina que siempre consideré como algo necesario para comprender el presente en el que vivimos. El estudio del pasado siempre ha sido una constante en mi vida, y en concreto el de la historia antigua, tomando Grecia y Roma como eje en el que desplegar un panóptico de la antigüedad. La cultura clásica es un pilar estructural en el que se apoya el impulso de crear esta serie: lecturas, teatro, pintura, escultura, filosofía… Son estas las materias que me han acercado a Grecia y a Roma, y que, retroalimentándome, han seguido siendo motivo de estudio. Los viajes a ciudades con pasado clásico en la cuenca del Mediterráneo han enriquecido mi acervo y, sobre todo, han espoleado mis deseos de plasmar en mi obra ese regusto por la antigüedad.
Por otro lado, resulta imposible que mi cercanía a Mérida (física y emocional) no subiera a la epidermis: en la Emerita romana contemporánea estudié y trabajé, y allí me inspiré desde muy joven abocetando sus ruinas y todo el legado artístico que alberga su Museo Nacional de Arte Romano.
Finalmente, la geografía (disciplina difícil de desligar de la historia) es una eterna compañera que, de alguna manera, me ata a la tierra, me radica en ella. Inicié estudios académicos de estas dos disciplinas tan hermanadas que han continuado hasta hoy con innumerables lecturas e investigaciones, sobre todo circunscritas a la península ibérica. En cuanto a la geografía se refiere, no resulta extraño que me defina rotundamente como paisajista: es la geografía, y son los accidentes geográficos (físicos y humanos) los que me inspiraron en su día en mi etapa más descriptiva al óleo, y los que me motivan en la actualidad en las series de dibujos evocadores que llevo acometiendo en los últimos años.
DIFUSIÓN
Iberia (que es decir Hispania) despliega numerosos lugares históricos con un presente arqueológico ubérrimo. El propósito de exponer esta serie en distintas ciudades de España, Portugal y Francia viene respaldado por sólidos vínculos con algunos de esos lugares y por contactos directos con algunos artistas (caso de Portugal y de Francia) que, a modo de colaboración, podrían unirse con sus propias series dedicadas a la antigüedad.
Como foco de difusión de El eco de Arcadia: dibujos de una Iberia evocada, Mérida surge como la primera de las metas. Y es por las obvias razones anteriormente expuestas: la proximidad geográfica y cultural. Horas interminables en el conjunto monumental del teatro (diurnas y nocturnas; representaciones incluidas), sesiones interminables en sus calles asistiendo a las evoluciones de sus hallazgos, dibujando a plein air…
Cádiz, ciudad donde actualmente resido, es el segundo objetivo. Para ello, tengo contactos que acogerían el proyecto, concretamente el Museo Provincial de Cádiz. El lugar de exposición es la Casa Pinillos, edificio anexo al cuerpo principal del museo que alberga exposiciones temporales de artistas de ámbito nacional e internacional.
Tarifa, con Baelo Claudia a un paso, es un enclave que acoge a innumerables artistas de toda Europa que desarrollan su trabajo allí. La proximidad de la colonia romana de Baelo la hacen un lugar perfecto para exhibir la colección.
Otras ciudades españolas para exponer la serie serían Zaragoza, Tarragona, Lugo, Cartagena, Córdoba y Sagunto.
En Portugal, como parte de Iberia, es la ciudad hermana de Évora, a través del arqueólogo y artista Antonio Guerreiro, el objetivo donde exponer la serie.
Finalmente, y aunque Francia no forme parte del espacio geográfico que nos inspira, las ciudades de Nimes o Arlés suponen un hito importante por su monumentalidad. En este caso, la exposición vendría en colaboración con dibujos de la filóloga, escritora e ilustradora franco-noruega Catherine Wiborg, amiga y colega en esa pasión por combinar el arte y la antigüedad.